La Bitácora Del Filósofo Errante - Filosofía a deshoras. Diario Filósofico y Rebelde | Daniel Espín.

El Que Contempla Este Mundo Como Un Océano Sin Sentido, Fragmentario Y Efímero En La Era De La Náusea Bajo El Signo De Un Dios, Que Es, Inútil.

Nihil Scitur

viernes, marzo 12, 2004

ESE TELETIPO TRÁGICO

Porque las palabras salen a cada apurado latido, a trompicones, como la sangre derramada. Porque nunca jamás el teletipo ha padecido tanto mientras escupía primero el silencio, por lo inesperado y brutal, luego el infierno, frase a frase, que vivió un Madrid hoy desolado.

Una gran mancha de sangre en Madrid, casi un río. Un océano de dolor y conmoción e inhumana sorpresa. El número de 12 bombas explotan y dejan un saldo de vidas absurdamente arrancadas que no tenían precio. Trabajadores que viajaban en trenes de camino a sus respectivos trabajos. Número provisional de muertos: 200. (Locura + locura) = la cordura de la sinrazón. La paz es un fin honorable que deben perseguir al menos dos o más de dos: es un axioma matemáticamente infalible. ¿Por qué matan éstos? No lo sé. ¿Por qué bombardean y matan los otros? No lo sé. Yo soy, en Madrid, a 12 de marzo de 2004, el poeta perplejo que mira como pierden la vida seres humanos aquí y allá y de no importa qué género, raza, nacionalidad o diferencia que se les ocurra. Es inútil decirles a los unos y a los otros que la paz es posible y que la vida misma posee un valor incalculable: No escuchan, ni se oyen, ni se quieren.

Nihil Scitur

Enlázalo, si quieres... Escrito por Daniel Espín @ A las 08:49 horas... La Bitácora Del Filósofo Errante.

La Bitácora Del Filósofo Errante. Filosofía a deshoras. Diario Filósofico y Rebelde.  ]





§ COLOFÓN

Este mammotrectus comenzóse a publicar en las calendas de noviembre,
día de todos los santos, año de 2003, desde la muy noble
e ilustre villa y capital de los
Carpetanos.

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NIHIL /\ SCITUR

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Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos sus versos.
[...]
Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz...”
Blas de Otero,
Pido la paz y la palabra.
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