La Bitácora Del Filósofo Errante - Filosofía a deshoras. Diario Filósofico y Rebelde | Daniel Espín.

El Que Contempla Este Mundo Como Un Océano Sin Sentido, Fragmentario Y Efímero En La Era De La Náusea Bajo El Signo De Un Dios, Que Es, Inútil.

Nihil Scitur

jueves, febrero 21, 2008

PARA UNA IDEA DEL SOCIALISMO QUE VIENE. APUNTES Y REFLEXIONES TAL VEZ DESLAVAZADAS

"Deberás esperar a que se produzca el momento oportuno, como hizo Fabio [Fabius Cunctator, comandante romano] con gran paciencia, cuando luchaba contra Aníbal, aunque muchos censuraran sus constantes aplazamientos. Pero cuando llegue el momento, deberás golpear duro, como hizo Fabio, o tus demoras habrán sido vanas e inútiles." Lema de la Sociedad Fabiana a finales del s. xix en Gran Bretaña, en cierto modo o arqueológicamente, una de tantas semillas de la socialdemocracia.

El Socialismo que venga deberá resolver los problemas que produce hoy el sistema heredado [el nuestro actual, el del depredador inconsciente, el que cree que poseer más y con ansia es vivir mejor], y aparece como una precipitación alquímica o síntesis de la Historia: que es la que es, el que ha surgido vencedor de años de competencia diría que extrema de un bloque y de otro desde mi punto de vista históricamente fallidos ambos sin paliativos. Es verdad que aquél [el soviético "kagebé"] fue un desmoronamiento por putrefacción política, moral y económica y hasta medioambiental, aunque la Rusia "democrática" de ahora es un engendro cuasi mafioso, oligárquico y regentado por los zares del gas y el petróleo: donde el autoritarismo, la injusticia y la pobreza es galopante, y me pregunto ¿deseaban realmente los rusos esta cosa innominada que el dios de las travesuras ha parido por detrás? Éste y aquél: un desastre de tomo y lomo. Una ruina, pero también una lección en cuanto que nos enseña que no es conveniente, ni recomendable poner corsé y herrajes y bocado a las personas que no quieren llevarlo como pesadas catenarias para empujar una locomotora profundamente averiada como era aquel sistema del este de Europa que fue. Un sistema enrarecido y deprimente y opresivo y, paradójicamente por lo que pretendía sobre el papel, desigual e injusto.

Asimismo, por yuxtaposiciones históricas, también podríamos también citar el sistema chino, primo y hermano del que fue, pero al que actualmente se me antoja denominarle como el extraño caso del señor Hyde que devoró en carne viva al doctor Jeckill delante de sus hijos para horror de todos: con lo peor del anterior [el comunista "maoalgo y no sé qué"] y lo peor del nuestro, el capitalismo lobo feroz y hambriento y animal estúpido, mezcla de veneno torrefacto y natural y, lo que es más inquietante, en expansión y, al parecer, ampliamente consentido por el Occidente democrático. A nadie se le escapa que se realizan buenos negocios en China, pues, los trabajadores de allá [y en toda Asia como en otros terceros mundos] son baratijas de usar y tirar y manejar, que es el peor desprecio a lo más esencialmente humano, a la dignidad de cada hombre: esa nueva esclavitud del siglo xxi para los estómagos siempre insaciables del mundo rico [el nuestro] y muchos espabilados que seguramente leyeron aquella fábula de aquellas ratas que buscaban donde estaban las oportunidades, es decir, la búsqueda del codiciado queso [manchado de no sé qué sustancias]; pues, lo importante para estos rostros pálidos, afilados colmillos es el máximo beneficio a costa de esto, lo otro y lo de más allá, porque como cada cual es dueño de su conciencia y de cómo la engaña y también anestesia mientras muerde lo que se le ponga delante como un zombi, así nos va; ese capitalismo desatado, esa fiera que es con bastante mala leche y malcriada que acecha, come y duerme también en nuestra propia casa, Europa. También en España, cosa que representa maravillosamente como buenos hijos putativos que son del engendro mecánico: la derecha española, el falsete y marrullero Partido Popular. [1]

Cuba es un paradigma que me escama, sin embargo, capaces de lo mejor y lo peor como si tiraran de ella cuatro salvajes caballos y quisieran romperla como castigo divino impuesto por otros que merecen peores castigos. Podría ser el país más avanzado de Latinoamérica [y de hecho lo es en lo sanitario, la educación y otros logros sociales sin parangón en esta zona del mundo. Hay que recordar que el índice de mortalidad infantil es menor en Cuba que en los Estados Unidos y eso dice bastante]. Pero no les permiten evolucionar a mejor, a mi juicio, y además se ha detenido en el tiempo con un proyecto personalista y antiguo. ¿Dónde se ha quedado la Revolución Permanente? Es verdad que no es culpa de Cuba exclusivamente, aunque la responsabilidad no es eludible. Entiendo que no quieran abrir el puño en el tira y afloja que sostienen durante demasiados años con el neocón Estados Unidos y su infame bloqueo [siempre denigrado en Naciones Unidas como es natural cada año en votaciones de su Asamblea General]. Creo que es el orgullo del anticolonialista el que habla y actúa y reacciona. Y entiendo que a las autoridades competentes en esta circunstancia histórica se les haga difícil abrir la mano, y así se mantenga una cadena de opresiones y carencias democráticas y materiales para los ciudadanos. No obstante imagino qué sucedería si encontraran más facilidades por parte de quienes les presionan injustamente, si el bloqueo cesara, sin duda, es sólo un deseo: y así comenzaran la vía del socialismo democrático. Comenzaran donde antaño lo dejaron después de derrocar a aquel sanguinario dictador que fue Fulgencio Batista jaleado y mantenido por los Estados Unidos para beneficiarse a Cuba y repartírsela unos cuantos a costa de la mayoría y de los pobres de la tierra, pues, no hay que olvidar el origen de donde viene esta Cuba y creo que lo explica todo, aunque hay que decir también que no lo justifica todo. Asimismo por descontado a partir de ahora los cubanos tendrán que plantearse seriamente a dónde quieren ir y de la mano de quién para engancharse con el futuro. Bien quisiera que fuera España, Europa. Porque esa coyuntura no es prorrogable indefinidamente en el tiempo...

Ahora toca: tengo que pasar revista al sistema de los sistemas, a la neuro-antipática madrastra de entre los sistemas habidos y por haber, aunque arriba lo haya adelantado. Y esto es lo que hay, como una fatalidad histórica. Aunque algunos opinan que es el mejor sistema de los posibles. Pero tenemos que domesticar a la fi era, este capitalismo alias cuando decís libertad, sólo decís libertad de mercado y maximizar los beneficios y exprimir el jugo del planeta y de las gentes sin medida pisoteando lo que sea por adoración sacrosancta a los más elevados balances de cuentas y el dinero. Como decía aquel economista norteamericano, John Kenneth Galbraith, [por cierto, no sospechoso, cuanto menos, de rojo]: el sistema capitalista, que colea como un animal furioso, genera demasiado sufrimiento en las personas y alcanza a veces niveles alarmantes, y por qué no domarlo más o menos, es decir, humanizándolo: priorizando lo solidario y el bienestar social sobre lo más egoísta y destructor. El domador. El mejor domador que se me ocurre, el mejor que tenemos a mano: es el Socialismo Democrático que anda proponiéndose en Europa, el que quiere resolver problemas no usando al hombre como objeto o medio de producción, sino como sujeto; no como materia prima o consumidor solamente o como ciudadano de segunda o tercera clase según interese mientras no sea desechable porque no produce demasiado, sino como individuo humano que posee derechos políticos, sociales, etcétera desde su nacimiento que nadie puede pisar impunemente, ni eludir de ninguna manera, pues, para el estado y sus políticos esos derechos deberían ser tareas vinculantes y bienes protegidos por los tribunales de justicia; no como kafkiano objeto del deseo usable, pequeño y manipulable, sino como quien puede defenderse incluso contra la desinformación, contra el estado y contra otras similares y poderosas superestructuras de hormigón armado como grandes corporaciones y emporios energéticos que hacen y deshacen o se manejan como monstruosos topos [en ocasiones, gobernando en la sombra].

En fin, los trabajadores [que después de tantos tantísimos años y sangre de lucha obrera desde la izquierda han obtenido unas magníficas perspectivas, al menos, en Europa] son personas, no medios de producción o cosas mercantes o mercancías. Parece una perogrullada, pero hay que insistir en ello, pues, en la práctica no son tratados como tales; y no apetece y sería un tragedia un volver a empezar desde el principio perdiendo parcelas ganadas con la derecha política, los neoco[po]nes y los libresalvajes del mercado al acecho. Por tanto, para los trabajadores el Socialismo debería ser y convertirse otra vez en su casa bajo cuyo tejado anden seguros y cómodos: la casa común que les defienda. Imagino que con esa fiebre de reducir los gastos de mano de obra [y otros de ahí y de allá] estarían gustosos algunos empresarios de poseer esclavos otra vez como bien hacen globalizando sus industrias con anuencia de gobiernos, cuanto menos, dudosos y baratos; llevándolas adonde los gastos de localización y de la mano de obra es mínima, casi nula o sangrante [a veces sólo haría falta que llevaran cadenas en los pies como antaño], donde los derechos sociales brillan por su ausencia en una realidad sucia. Por supuesto, así no es extraño que los beneficios se tripliquen o más; y qué felices son esos sinvergüenzas, de seguro, que sus patronales les otorgan premios de la excelencia empresarial que colgarán en sus despachos como esos trofeos cabezas de animales ganadas a tiros en safaris africanos o asiáticos o latinoamericanos y, por supuesto, son envidiados como héroes por sus fortunas por el resto de algunos mortales y patriotas [que si pudieran harían lo mismo]. Dinero, dinero, dinero. La religión del dinero siempre tan rentable para sus acólitos genuflexos, siempre tan deshumanizada como necia...

Diré también que nuestro sistema es mórbidamente consumista y despilfarrador y erosivo para el medio ambiente, para las personas. Todo el mundo acepta esta premisa, pero nadie opera el cáncer. Nadie quiere ser el primero, porque estaría en desventaja con el resto en la insostenible carrera del despilfarro y la erosión y el beneficio suculento [viandas para hoy, hambre para mañana, sobre todo, para los que menos poseen, las mayorías de este planeta, como está visto]. ¿Tendríamos acaso que cambiar un modo y un estilo de vida tan cómodo como idiota? Cada cual responda como quiera, pero recuerden que todo es finito, al menos, en esta dimensión espacio-temporal. Al menos piensen en sus hijos y sus nietos, o sólo piensen un poco sin más si tuvieran tiempo; aunque es bien sabido que algunos no cambian nunca, ni convenciéndoles en presencia de la evidencia más meridiana. En estos casos, el dogma neoconservador-y-libre-cambista-sólo-que-de-libre-no-tiene-nada es una enfermedad incurable. En fin, este asunto sin duda necesita más acción y menos palabras, y que les pongan la vacuna que necesitan: que pierdan las elecciones democráticas, una tras otra, los de la derecha con sus máscaras divertidas y diferentes que se gastan, pero iguales en el fondo y la forma, según la circunstancia y la coyuntura de cara al público, pues, son expertos en saber decir, según interese para seducir a los ciudadanos, lo que NO piensan verdaderamente, lo que tienen en mente y no quieren confesar hasta que ya se desenmascaran y entonces es tarde. Que quieren como siempre han querido una sociedad de ricos y poderosos y poseedoras clases caciquiles manejadores del cotarro, y de pobres y trabajadores con mayor o menor indefensión así fácilmente manejados tanto aquí como en otros hemisferios; de clases dirigentes conservadoras imponiendo un modo de estar en el mundo unidimensionalmente, marginando, despreciando, anatemizando a los que no profesan sus normas, estados y costumbres. Recreando un país a su imagen y semejanza, para los pocos, para los suyos, para su clientela. En suma, parece que se corren con el Poder y sus cohortes. Es una lástima que algunos trabajadores que les votan [a la derecha] no adviertan que también votan contra ellos mismos.

Este Socialismo europeo ha de trabajar como un equilibrista de altura: con lo que hay, con rotos y remiendos del pasado, del presente y enfocándolo hacia el futuro con sensatez, con memoria, con fluidez. Enfatizando en lo importante, las personas y sus derechos [para mí, entre otros] especialmente los sociales con la mejor herramienta que tenemos a mano: la redistribución de la riqueza, discrecionalmente a través de buenos y nutridos servicios públicos que garanticen derechos esenciales como sanidad, educación, vivienda, seguridad social, mas no subestimando las leyes de la economía en la que desgraciadamente estamos inmersos; y domando este neoliberalismo selvático en alza: triturador de carne humana y tierras y mares y atmósferas y principios y derechos humanos tan necesarios como el saciar el hambre. Y además para complicarlo en mayor medida: este Socialismo no debe caer al vacío o se convierta tristemente en insubstancial e insípido o estafador [a mi juicio, como el laborismo de Tony Blair]. Pues, aunque la autopista por la que avanzar es ancha y flexible, creo que también posee sus clarísimos límites en los principios y en los objetivos reconocibles que la identifican o la refutan de manera natural para nosotros: los que creemos en el Socialismo que recorre Europa a esta altura de los tiempos.

Es apasionante y desafiante el trabajo que le espera; le depara el error, pero también el éxito. Creo fervientemente que este Socialismo exquisitamente democrático es para este problemático siglo que ya gatea la mejor manera de tratar con la materia de la que estamos hechos: lo frágil humano y tan inmensamente diverso [que además sueña con otro mundo que es sin duda posible].

Yo creo en esta izquierda moderna, progresista, valiente como solución...

Nihil Scitur

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Notas de advertencia.
[1] Por ejemplo, la conservadora y mostrenca derecha del Partido Popular en los gobiernos regionales de las comunidades de Madrid y Valencia donde gobierna conjura para terminar con la Sanidad pública y así andan en infames vías hacia la privatización progresiva de ese nuestro bien más preciado y así regalarlo al mejor postor. Es decir, entregan al capitalismo febril del que son profetas estridentes, a las leyes del mercado el destino de la Sanidad Pública, y sabemos qué sucedería en esos casos: sabemos que la salud no importa, sólo el beneficio con sus recortes famosos; sabemos que lo que es un derecho esencial en nuestra democracia se convierte en moneda de cambio y en otro eslabón hacia la desigualdad: pues, habrá mejor sanidad para unos que para otros que serán la mayoría. Es evidente que la clientela del Partido Popular le exige el pastel que nos pertenece a todos para repartírselo como carnaza...

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Enlázalo, si quieres... Escrito por Daniel Espín @ A las 05:52 horas... La Bitácora Del Filósofo Errante.

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§ COLOFÓN

Este mammotrectus comenzóse a publicar en las calendas de noviembre,
día de todos los santos, año de 2003, desde la muy noble
e ilustre villa y capital de los
Carpetanos.

Copyright © 2003-2023, Daniel Espín.

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Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos sus versos.
[...]
Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz...”
Blas de Otero,
Pido la paz y la palabra.
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