Es el periodista que enfoca la mirada, por ejemplo, a través de su cámara fotográfica o de vídeo, o de su pluma vernácula o internacionalista; la mirada del ciudadano, que conoce sus derechos y el de los demás, cuando en el abuso de autoridad, en la detención que no se adecua a derecho, o en el pisarse rastreramente los principios naturales de los derechos humanos en flagrante delito: lo delata, lo denuncia, lo hace público. Es el terror de los políticos mentirosos que actúan desde sus ambiciones y su delirios contra natura; de las falanges policiales o autoridades necias que actúan desde sus prejuicios y otros poco civilizados razonamientos, y no desde la base de una profesionalidad fría y de acuerdo a derecho [el propio y el internacional] escrupulosamente y sin provocar ni torturar de ninguna manera [ni posible, ni imaginada, ni secreta] al presunto delincuente, dotándole a éste de las garantías jurídicas imprescindibles en su defensa contra el Estado y su mecánica a veces torpe y estúpida e irracional/criminal.
Hoy se me ha demostrado, ha sido una experiencia que demuestra lo incómodo que es la mirada. Hoy en el Parque del Retiro en Madrid: Policías nacionales de paisano [tal vez 8] que se acercan a un inmigrante subsahariano, [ya no entro en si con indicios de delito]. Pero al principio iban llegando sin identificarse como policías [al menos, los tres primeros; cosa que deben hacer como es preceptivo antes de actuar, registrar o en su caso detener]. No parece que al registrarle tuviera lo que buscaran. En todo caso, la mirada del que escribe molestaba al "superior y a sus cachorrillos" [uno de éstos intentaba provocar al presunto delincuente, mas detuvo su animosidad sabiendo que mirábamos, incluso se me dirige a mí al parecer el "superior" en términos de chulería preclara y borderline con un "¿Qué pasa, pasa algo?", y sólo porque mirábamos, creía incluso que hacíamos fotos. Lo que hace el sentimiento de culpa. Es asombroso, realmente les molestaba que miráramos y por qué, ¿es que esconden algo? Verdaderamente, ¿es un delincuente confeso y/o habitual, o es una política policial aquí en Madrid de acoso y derribo al inmigrante en maneras y formas no muy claras para expulsarlos por la vía rápida? Espero que no. [Nota: Merece la pena investigar este extremo por si se están pisando sus derechos fundamentales, los de estos inmigrantes africanos; en su caso, sería verdaderamente escandaloso.]
El poder de la mirada todavía funciona, porque desvela, revela, protege, defiende de las transgresiones ominosas a leyes de humanidad, de lo no correcto en el uso y abuso del poder. De la mentira, cuando la mirada desvela. De la farsa, cuando la mirada denuncia. Señores policías, la mirada molesta, ¿verdad? Los que sean correctos desde luego [que los hay, la mayoría] no tendrán nada que temer a la mirada de nadie. Si todos [cada uno de nosotros, de vosotros] no apartáramos la mirada tan a menudo a otra parte otro gallo cantaría en este mundo. Nosotros somos los guardianes de la deontología de esa gente, cuando son gentuza en ciertos comportamientos, o detentan poder y les vuelve idiotas o locos o etcétera.
Personalmente si hubiera un premio al "poder de la mirada" se lo otorgaría a Amnistía Internacional que desde este método [me parece, de los mejores] obtienen resultados, luego la sociedad posee la última palabra, o sea nosotros mismos, para presionar a los gobiernos para que sean la útil herramienta que terminen con esos desmanes inmorales y aborrecibles, que así parecen clara y meridianamente a cualquier ser humano/ciudadano de bien urbi et orbe.
Nihil Scitur