La Bitácora Del Filósofo Errante - Filosofía a deshoras. Diario Filósofico y Rebelde | Daniel Espín.

El Que Contempla Este Mundo Como Un Océano Sin Sentido, Fragmentario Y Efímero En La Era De La Náusea Bajo El Signo De Un Dios, Que Es, Inútil.

Nihil Scitur

domingo, octubre 07, 2007

LA VERDAD DE LA PLURALIDAD contra la degeneración de la Democracia: el bipartidismo o el poder absoluto de las mayorías absolutas

"... ante las tendencias dominantes, cabe preguntarse si esta forma de pluralismo no acelera la destrucción del pluralismo." Herbert Marcuse, El hombre unidimensional.

La pluralidad de ideas en un parlamento es a mi juicio, por supuesto, la medida de la fortaleza de una Democracia, y cuanto más y mejor representadas mayor será el valor democrático de su resultado en la gobernación de un país. Puesto que tendrían la obligación y necesidad de parlamentar los unos con los otros y, pese a la dificultad que supone en llegar a intersecciones y consensos y a puntos de vista en común, los acuerdos tendrían el valor genuino de la Democracia [y hasta olería incluso a santidad en este Templo].

No sólo estaríamos mejor representados porque estarían las opciones más diversas, sería un Parlamento ricamente representado y en el que los adversarios tendrían que pactar y no podrían imponer ni pisar a rodillo: el diálogo y la educación [y el oído y la mesura] es el primer beneficiario. El pacto. El acuerdo. Personalmente tengo una atávica repulsión por las mayorías absolutas, por aquello de absoluta o absoluto o absolutismo [y mucho más en radicales o, más o menos, posiciones extremas como algunas hoy en nuestro país que hayan calado, sorprendentemente, con gran aceptación del público]; pues retrotrae a viejos estigmas históricos, pese a que gozamos, como es obvio, de una fuerte y potente Democracia como la nuestra. Pero hay dogmatismos que no me son simpáticos ni me dan confianza y no me inspiran más que repelús [1]: con ansia de sangre o violentando en algún caso, o en otros de imperializar sus resecos y marchitos dogmas de catecismo patriognómico o quasi o enteramente religioso rayando la intolerancia y la exclusión como últimas voluntades a todos los mortales y más allá: cuando la Diferencia en todos los órdenes es la esencia de nuestra sociedad, y eso es en efecto y con énfasis lo que hubiera que enseñar a lo educandos [como bien lo hará Educación para la Ciudadanía entre otras cosas de utilidad en una Democracia europea y contemporánea].

Sin duda con la Pluralidad cesarían los "absolutismos" de las mayorías absolutas y además y especialmente el ciudadano [que no súbdito] sentiría el parlamento como suyo y que su voto al "pequeño" tendría una utilidad con la sensación que participa porque en ese caso los partidos pequeños o medios tendrían algo qué decir en la gobernación del país. El ciudadano como individuo tendría la sensación de que su voto aparentemente pequeño no es inútil, sino que es una parte necesaria del todo. Probablemente habría menos abstención en los comicios electorales y la Democracia ganaría por puntos y noqueo a tanto fascimoide [y/o también interesado en mejorar los negocios propios, de familiares u otros satélites ideológicos o económicos] que hay suelto por ahí con ansia de poder o poderes y cartas blancas para hacer y deshacer a su antojo...

Todos los votos son necesarios y hasta el más pequeño, porque si juntamos todos los pequeños o medios contra el grande y resulta que vencen en buena y lícita lid en el caso que se pusieran de acuerdo en el gobernar y de qué manera o cómo y hasta dónde y cuándo: el más votado no es el vencedor ni tiene que ser porque sí el que gobierne por mayoría simple, sino que el vencedor de unos comicios, en verdad, es la suma de cada uno de los votos de quienes convergen en los pactos o acuerdos que se alcancen desde la diversidad, o de quienes demuestran la flexibilidad del junco y menos codicia de poder alcanzando consensos al menos parciales con el mayor quórum posible, con los que quieran realmente hacer Política para que crezca y mejore nuestro país y no obstaculizarlo y frenarlo, o exasperarlo y envenenarlo como los PePito Grillo con mala saña y malas artes de pesca en grandes o estúpidas marejadas. Porque todos los votos cuentan, porque todos los ciudadanos cuentan desde el marginal hasta el pijo, no excluyendo a ninguno, no desvalorizando a nadie y su correspondiente voto. Todo voto construye la pirámide de la Democracia y la consolida más viva y fuerte, cuyo vértice y punta del iceberg caliente es nuestro parlamento o parlamentos en esta nación de naciones.

Respeto poco o nada a quien desprecia el valor de un solo y al parecer diminuto voto, a quien desprecia a ese ciudadano que vota. En fin, su desprecio no tiene límites el de esos fascismoides que piensan en una Democracia devaluada que les favorece, a ellos y a sus amigos y su clientela. Y como les conviene imagino que querrán revisar y retocar la ley electoral a su imagen y semejanza, confeccionarse un traje a su medida [y así parece ser que alguno lo pretende]: para que el absolutismo de las mayorías absolutas se enquiste con el estilo del ordeno y mando y decreto y arrollo y termine en la tristeza y con nuestra Democracia, o se enquiste el bipartidismo ceniza más tonto y entristezca y desanime a los ciudadanos que votan y quieran participar así o de otras maneras en política. Pero lo peor es que, como consecuencia, desemboque nuestra Democracia en un mar gris sin viveza participativa como en Estados Unidos con las abstenciones más altas, y se le robe la energía y la color que la rejuvenece y es la envidia de nuestro entorno.

No sólo hay dos polos en la tierra, sino tantos como la pluralidad de mundos hay en el universo. Nadie ni nada es el centro gravitacional [y tampoco conviene que lo haya ni consentirlo fácilmente, porque devora toda luz y materia en derredor y lo funde a negro], y en Democracia mucho más que eso: o todos somos parte o, en caso contrario si no se cumple la premisa, faltará algo o carece de lo fundamental y todo se irá a la basura, y en basura se convertirá paulatinamente comenzando con la demagogia y otros timos políticos en un solo y único y absoluto grisáceo sucio, es decir, la degeneración de la Democracia en marcha...

Nihil Scitur

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Notas relativas.
[1] A estos dogmáticos y de cortitas anteojeras moralinotas para mirar el tan ancho mundo y tan plural como diverso: les recetaría una inyección de relativismo por vena y de seguro que verían este mundo y esta vida con la boca menos llena de palabras gordas y absolutas como si no existiera más nada allende de sí mismos y de su pequeño mundo, pues, no se preocupen, la vida seguirá su curso mientras en este planeta sea viable, nada se resquebraja si no las manejaran de ahora en adelante: sólo se resquebrajan los mares muertos que representan. Porque la vida y el mundo son dinámicos, y sin embargo se mueven a pesar de esos pedruscos pardos y genuflexos a los conservadores de fósiles.. Aunque afortunadamente, en la mayoría de las ocasiones, la vida y el tiempo como un tsunami barre lo que parecía inamovible como una mota de polvo que fue al parecer un día una buena y gran idea o dogma de altas lucecitas como un enorme monolito de carbono puro y duro, y se convierte en nada o carbonilla o cae en el olvido o en el puro cansancio.

Enlázalo, si quieres... Escrito por Daniel Espín @ A las 13:57 horas... La Bitácora Del Filósofo Errante.

La Bitácora Del Filósofo Errante. Filosofía a deshoras. Diario Filósofico y Rebelde.  ]





§ COLOFÓN

Este mammotrectus comenzóse a publicar en las calendas de noviembre,
día de todos los santos, año de 2003, desde la muy noble
e ilustre villa y capital de los
Carpetanos.

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NIHIL /\ SCITUR

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Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces
comprendió: y rompió todos sus versos.
[...]
Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz...”
Blas de Otero,
Pido la paz y la palabra.
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