Lo de EE.UU. tiene miga, me recuerda a ese final del imperio romano [antes de escindirse], los últimos emperadores, a cual peor, de un imperio diarreico que comienzan a perder los papeles. A perder su lustre de magníficos, su moralidad es rastrera. A perder su confianza en su propia economía y sus fuentes de financiación. A perder la Razón. A perder estatura. George W. Bush sólo es la guinda del pavo, El Emperador Pasmado de hinojos ante un dios terrible. Tal vez el colmo de una saga. ¿El último emperador?
Está visto que necesitan guerras, como las dos guerras mundiales y otras de infame recuerdo, para entrar en la carrera del "tener o no tener" y, como los adolescentes granulopecosos, precisan de reafirmar su personalidad con algunos trastornos no tratados, con una dosis de agresividad inaudita. Porque los otros en el mundo comienzan a hacerles sombra económica y tecnológicamente y les comienza a descolocar y, como esas bichas acorraladas, se revuelven y muerden convulsivamente, sacan lo peor de sí mismos, como en la rabieta de un infante. Creo que ese país es como un adolescente con demasiada testosterona y desquiciado, ahora algo inseguro, y el diagnóstico se acerca a una megalomanía crónica [creo que irrecuperable]. No conoce otra manera de resolver su problemas que el uso compulsivo de la violencia para "imperializarse" en el mundo. No sabe cooperar con los otros sin el "ordeno y mando", y su alto nivel de frustración es una mecha muy corta, y en sus delirios paranoicos se le aparecen enemigos por todas partes. No vale la excusa: es demasiado joven, todos hemos sido jóvenes alguna vez, es sencillamente ¿un delincuente juvenil en el que ya no se puede confiar?, ¿es un niño autista y difícil? ¿qué coño es? ¿lo saben ellos mismos, o están cegados por su "fábula patriótica", ese cuento para dormirles?
Se empecinan en un sistema [por ósmosis global, también contaminando el resto de Occidente], que es un callejón sin salida para la Humanidad y para el Planeta. El resultado es un violento mejunje que se basa: en la guerra permanente en todos los órdenes, también local y doméstico, así acuciando el sufrimiento de los individuos y de los pueblos hasta la locura; consumiendo el Planeta como un cigarrillo preocupantemente limitado. Y también en esos globos sonda rellenos de fuegos fatuos: la vanitas vanitatis, la gloria y la fama vacías y el derroche y las apariencias, la idolatría del dinero y la riqueza rayando la estupidez. Desde luego las carencias deben ser muchas para no saber elegir una alternativa a este despropósito general. En fin, están en un brete luctuoso, ojalá pudieran los estadounidenses mirarse en el espejo para que éste les devuelva la verdad de sí mismos [la más sincera que tengan a su alcance] cuando le pregunten: "Espejito, espejito, ¿quién es la más bella del reino?", y luego de responder, sean consecuentes. Hagan uso de su "bastante abandonada" Democracia para cambiar las cosas [para cambiarlas de verdad]. Aprovechen ese estado de crisis para remontarlo, para aprender a colaborar en Naciones Unidas en la mejora de este mundo, y no para joderlo. Bájense de ese burro terco y caníbal, porque no les lleva a ninguna parte: comprendan de una vez por todas que han perdido su autoridad en el mundo, y está hoy más que nunca muy repartida.
Nihil Scitur