Voltaire después de escribir su famoso escrito político "He visto" [j'ai vu] se pasó seis meses en la Bastilla. Voltaire fue realmente la mosca cojonera del Sistema, el Poder Absoluto y la Mentira. Todos los bloggers somos Voltaire, no me importa su filiación; tenemos en común que queremos decir, expresar la perspectiva de una verdad sea cual sea. Todos los periodistas somos Voltaire. Todos los escritores. Los poetas. Todos los artistas somos Voltaire. En este momento todos somos Voltaire en el siglo de la luces y las sombras...
Si hubiera vivido aquel filósofo la experiencia de Internet hubiera escrito, por ejemplo, que es el paraíso de la libertad de expresión, el perfecto reino para los hombres libres. No obstante, algunos nubarrones se acercan por el norte en forma de violación de los derechos fundamentales del individuo con la excusa de que las ideas son peligrosas y decirlas más. El mensaje que envían al mundo es no piensen, tengan miedo de pensar y expresarse. No hubiera pensado que las democracias occidentales negarían veladamente a sus ciudadanos pensar y expresarse: es una paradoja inexplicable. A veces con una arbitrariedad obscena, desvergonzada y criminal. No solamente en Internet, sino con la promulgación de leyes sospechosas de atentar contra derechos importantes en países, al parecer, de raigambre y solera democrática: Las leyes antiterroristas promulgadas por algunos son la demostración que la razón de estado crea monstruos. Una buena síntesis y el colmo de los colmos son el asesinato de Jean Charles de Menezes por la policía en Londres; la indefensión de los "prisioneros de guerra" que tortura e interroga el Ejército de los EE.UU; la desastrosa guerra de Iraq, sobre todo, para los civiles, para los derechos humanos. No se puede luchar contra el terrorismo con terrorismo de estado, ni con guerras preventivas/homicidas. Lo que harán así, en cambio, será enardecerles, dotarles de razones. Me pregunto si tal vez no sea eso lo que quieren los fabricantes de armas, todos los que sacan provecho del negocio de la guerra permanente y el miedo.
Nihil Scitur
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